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el "fisioblog" de Fernando Quintanilla

LAS «AGUJETAS»

Hoy voy a hablar sobre la «mialgia diferida» o  DOMPAT («dolor muscular postesfuerzo de aparición tardía»); o lo que más popularmente conocereis como «Agujetas».

Aunque su existencia es de sobra conocida desde hace tiempo, y es un concepto sobre el cual se lleva intentando profundizar mediante numerosos estudios; lo cierto es que todavía

 

no están claros los mecanismos que generan este dolor tan común y que, prácticamente, todos y todas hemos experimentado alguna vez.

Los diferentes estudios e investigaciones llevadas a cabo, han generado 4 posibles te

orías que nos explican su aparición; pero hay que tener claro, que, a día de hoy, no se ha demostrado la certeza al 100% de ninguna de ellas; así como tampoco ha podido descartarse ninguna por ser «inviable». Las teorías de las que os hablo (resumidas de manera muy esquemática) son las siguientes:

1) Microrroturas «pequeñísimas» de las fibras musculares: roturas musculares en su más mínima expresión. El músculo, tras el esfuerzo físico, presentaría pequeñísimas roturas en los sarcómeros musculares, lo que produciría un proceso inflamatorio del músculo afectado durante unos días.

2) Acumulación de ácido láctico: Durante el ejerc
icio intenso, las células musculares tienen que obtener energía en un ambiente mucho menos rico en «Oxígeno» que en condiciones normales. Para obtener esta energía, se ven obligadas a degradar la glucosa utilizando procesos metabólicos mucho

menos efectivos (la fermentación).  Estos procesos generarían el «ácido láctico» como deshecho, que se acumularía «cristalizando» en el músculo y aumentando la acidez del mismo.  Hay que decir que esta teoría fue muy aceptada en décadas anteriores, pero podemos decir que, a día de hoy es la «menos fiable» de todas, ya que no se ha podido demostrar la existencia de «cristales de ácido láctico» en ninguno de las investigaciones o estudios realizados.

3) Espasmo muscular: Durante la actividad física intensa, las contracciones musculares de manera continuada, reducen el flujo sanguíneo, lo que produce un «daño celular» y un estímulo en las terminaciones nerviosas. Esto origina pequeñas descargas en forma de espasmos musculares, que, poco a poco van dañando el tejido muscular.

4) Aumento local de la temperatura: Durante el ejercicio intenso, las células musculares pueden alcanzar temperaturas superiores a los 38ºC (se dice que pueden llegar incluso a los 54ºC); lo que causaría una muerte celular y una desorganización en los músculos afectados, con el dolor y las molestias correspondientes.

Estas son las «4 posibles teorías», como ya he dicho, ninguna está demostrada al 100% y ninguna puede descartarse, asique lo más probable y, al concepto que se tiende en los últimos estudios, es al de que «las agujetas» se originan por una combinación de estos 4 factores. En que medida y proporción influye cada uno de ellos, de momento sigue siendo una incógnita.

Para terminar, y como ya he mencionado en artículos anteriores, no hay ningún «remedio casero o infalible» contra las agujetas. No se solucionan ni con «agua con azúcar», ni con la toma de AINE´s (como el Ibuprofeno o similares), ni con ninguna «pócima mágica».  Lo único que podemos hacer para evitarlas es prevenirlas llevando a cabo una alimentación adecuada; estructurando los entrenamientos (del deporte o actividad física correspondiente) de una manera correcta (aumentando el volumen y la intensidad del ejercicio de forma progresiva); y manteniendo la musculatura en un estado óptimo, mediante unos buenos estiramientos.

Nada más, espero que os haya sido de utilidad y que os haya podido resolver alguna «dudilla» sobre el tema.

Un saludo. Fernando

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Un pensamiento en “LAS «AGUJETAS»

  1. Me parece muy buen resumen de las distintas explicaciones a esta sensación tan rara que tenemos los deportistas ocasionales. Gracias por aclararnos este tema.

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